Una vez más, en este blog, voy a hacer referencia al libro “La libertad
es un tren” del periodista argentino Germán Sopeña. Su autor describe sus
viajes en trenes de todo el mundo, desde los más modernos a los más exóticos.
Sin embargo los relatos de Sopeña no terminan allí. En sus anécdotas de
viajes incluye, a modo de sutil sugerencia, nombres de libros, músicos, hechos
históricos, lugares, que despiertan la curiosidad y nos abren el camino a
nuevas lecturas. En esas páginas conocí, entre muchas otras cosas, el libro
1984, de Orwell, la revolución de los claveles y también la pintoresca ciudad
china de Suzhou.
A China en tren
Uno de los capítulos de “La libertad es un tren” está dedicado por
completo al Transiberiano. Este mítico tren sale de Moscú, atraviesa toda
Siberia y permite llegar a Vladivostok o bien cruzar Mongolia y arribar a
Beijing, circulando los últimos kilómetros a la par de la Gran Muralla China. El viaje de Sopeña se extenderá hasta Shangai
y a la cercana Suzhou, también conocida como Souchow.
La Venecia china
Suzhou, una ciudad de 2.500 años de historia, visitada por Marco Polo en uno de sus viajes, es reconocida por sus
canales que la hacen pintoresca y romántica. Sus canales, puentes, góndolas,
inmediatamente remiten a la icónica ciudad de Venecia.
Vistas pintorescas y una arquitectura y estilo de vida típicos sumados a
sus elegantes jardines hacen de Suzhou uno de los más hermosos rincones del
mundo.
¡A disfrutar del video!
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