El exotismo del sudeste asiático atrae cada vez a un mayor
número de turistas. Camboya, Filipinas,
Vietnam y más recientemente Myanmar ofrecen al visitante una historia
milenaria, una arquitectura religiosa deslumbrante y una cultura que sorprende
a quienes llegan desde occidente.
En nuestra primera entrada sobre Myanmar habíamos visto los
principales atractivos de Yangón y Bagán. Hoy es el turno de Mandalay y el lago
Inle.
La guía Lonely Planet Myanmar nos dice ”No ha existido mejor momento para visitar este extraordinario país de doradas pagodas, donde perviven las tradiciones y comienzan a abrirse zonas antes prohibidas.”
En Mandalay, el Monasterio
Shwenandaw, también conocido como Palacio Dorado, es uno de los más
hermosos que se pueden ver en Birmania. Este edificio, de madera de teca,
antiguamente formó parte del palacio del rey Mindon, fundador de Mandalay.
Después de su muerte fue trasladado por su hijo al lugar que ocupa ahora y fue
convertido en un monasterio.
Monasterio Shwenandaw, ícono de Mandalay (Foto Flickr) |
También merecen ser visitado el Templo de Mahamuni, uno de los lugares de
peregrinación religiosa más importante del país. Para terminar nos trasladamos a
los pies de la Colina
Mandalay para ver la Pagoda de Kuthodaw,.que
alberga 729 losas de mármol con inscripciones budistas que se consideran el
“libro más grande del mundo”.
Pasamos al lago Inle. Nyaungshwe,
el mayor punto turístico del lago y la que cuenta con la mayor infraestructura.
Recomiendan pasar al menos dos días. Uno para recorrer el lago en barca, partiendo por la mañana para ver
mercados y pueblos y jardines flotantes.
Si están buscando una herramienta para preparar tu viaje, resulta imprescindible la Guía Lonely Planet Myanmar. Allí encontrarás sugerencias y detallada información para que tu experiencia sea inolvidable.
Myanmar
tiene todavía mucho más para mostrar se abre a los viajeros aventureros que quieran
descubrirlo. Otro destino para incluir en nuestra hoja de ruta.
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